¿Preparar guarniciones? ¡Querrás decir “pociones”!
Una tarea como cocinar es, seguramente, menos compleja que preparar pociones (la mayoría de las veces). No obstante, puede ser igual de mágica.
Además de ser un quehacer cotidiano en casa, cocinar es una habilidad importante que los niños deben aprender. Solo tienes que añadirle una pizca de la magia de Harry Potter, y dejará de ser algo mundano para convertirse en una labor digna de un mago.
Para empezar, ¡puedes hacer como si estuvieras guiando a tu peque en una clase de Pociones en Hogwarts! Reúne todos los ingredientes en frascos y etiqueta estos con nombres de sustancias y elíxires mágicos. Rebautiza el caldo de res como “crecehuesos” y convierte un manojo de espinacas en hojas de “centinodia”.
Después de que tu joven mago ponga los ingredientes en el “caldero” (en el orden correcto, claro está), solo habrá que esperar a que la deliciosa poción esté lista para servirse. Actividades como esta le serán de gran utilidad para adquirir habilidades básicas de cocina, poner en práctica lo que sabe de magia, ¡y divertirse como nunca!