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Fomento de la resiliencia en la infancia

Fomento de la resiliencia en la infancia

El fomento de la resiliencia en la infancia es una parte importante del desarrollo, ya que esta habilidad contribuye a vencer los obstáculos, a superar los contratiempos y a encontrar la alegría en la vida. 

A continuación, hablaremos de las características de la resiliencia y te mostraremos algunas actividades divertidas que pueden ayudar a tu peque a ser más resiliente.

¿Qué es la resiliencia y por qué es tan importante?


Básicamente, la resiliencia es una habilidad clave que nos ayuda a afrontar situaciones y emociones negativas. Es la fuerza impulsora que nos anima a continuar cuando estamos a punto de rendirnos. Cada vez que te esfuerzas por conseguir algo difícil, como acabar una carrera muy dura, es tu resiliencia la que te permite seguir adelante.

Para los peques, la resiliencia es uno de los pilares básicos que les permitirá convertirse en seres humanos seguros, competentes y capaces. Además, puede animarles a probar cosas nuevas, a enfrentarse a los retos o a gestionar los cambios, como una mudanza o el comienzo de la escuela.

Los niños resilientes son capaces de adaptarse cuando surge algún obstáculo y pueden seguir desarrollando sus habilidades y sus relaciones.

¿Qué factores influyen en la resiliencia?

Son muchos los factores que influyen en la resiliencia en la infancia, entre los que destacan las relaciones sólidas. Establecer y mantener relaciones sólidas con los cuidadores, los amigos y el entorno en general proporciona a los niños una sensación de seguridad y confort, al tiempo que les aporta la confianza necesaria para hacer frente a cualquier cosa.


La experiencia es otro factor que puede ayudar a desarrollar la resiliencia en los niños. A medida que van aprendiendo a superar los problemas de una forma positiva, empiezan a darse cuenta de lo que son capaces y se sienten más preparados para afrontar los desafíos futuros.

Si bien hay formas de ayudar a los niños a desarrollar su resiliencia, es igual de importante tener en cuenta los factores biológicos que pueden afectarlos.

Factores biológicos 

Son muchos los factores que pueden influir en los niños en todos los ámbitos de su desarrollo, como su hogar, el entorno social, la escuela e incluso sus padres. Aunque es posible controlar algunos de estos factores, conviene recordar que cada niño es único y puede ser más resiliente en unos aspectos que en otros, lo que suele estar determinado por sus genes.

Salud

Aunque todos nos ponemos malos de vez en cuando, los niños que tienen un mayor grado de resiliencia enferman menos. Puedes ayudar a tus hijos a adoptar un estilo de vida saludable fomentando la práctica de ejercicio, la regularidad en el sueño y una dieta sana.

Disposición genética

No hay duda de que los genes que heredamos de nuestros padres constituyen una gran parte de lo que llegamos a ser. Y no solo en cuanto a rasgos físicos, sino que es probable que los niños adopten también algunos de los rasgos psicológicos de sus padres, lo que puede afectar al desarrollo de su resiliencia.

Si bien hay poco que podamos hacer al respecto, ya que así es cómo funciona el mundo, lo importante es proporcionar a los peques una sensación de seguridad, comodidad y compañía que les ayude a sentir que pueden afrontar cualquier reto que se les presente.

Temperamento

Algunos expertos creen que el temperamento de un bebé (si es inquieto o tranquilo) puede influir en el desarrollo de su resiliencia durante sus primeros años de vida.  

Aunque a los niños pacientes, atentos y receptivos les resulta más fácil aceptar los cambios, siempre hay formas de ayudar a los peques a adaptarse a ciertos comportamientos y darles el mejor comienzo de desarrollo en la vida.

 

Factores externos

Los factores externos también pueden influir en la resiliencia, sobre todo el apoyo que el peque recibe de sus cuidadores principales y de las personas de su entorno.


Las experiencias positivas que se den en el hogar, la escuela y el vecindario servirán para mejorar también su resiliencia, ya que se sentirá seguro y capaz de actuar y reaccionar en estos lugares.

Entorno doméstico

Se ha descubierto que un hogar limpio, organizado y estructurado es un entorno óptimo para desarrollar la resiliencia. Si fomentas en tus hijos el hábito de la limpieza, también les enseñarás a cuidar de ellos mismos y del mundo que les rodea, lo que aumentará su resiliencia.

Estilos de crianza

Establecer normas y expectativas coherentes desde temprana edad fomentará el desarrollo de la resiliencia en los niños más pequeños. Dar regularmente un refuerzo positivo a un niño también le ayudará a desarrollar un comportamiento positivo, a establecer límites sanos y a tomar decisiones de forma empática.

Los padres y los cuidadores también son modelos directos para ellos, por lo que siempre es importante tener en cuenta los comportamientos de cada uno y lo que pueden transmitirles. Los padres y tutores deben recordar que los pequeños imitan lo que ven y predicar con el ejemplo.

Hay muchas formas de determinar lo que hace que alguien sea resiliente. A continuación, desglosamos siete de los elementos más reconocibles.

¿Cuáles son los siete componentes de la resiliencia?

1. La competencia

La competencia es la capacidad de saber manejar eficazmente las situaciones de estrés. Los niños que sepan reconocer lo que se necesita de ellos en determinadas situaciones y cómo responder adecuadamente se sentirán más competentes a la hora de hacer frente a situaciones similares en el futuro.

Muchas otras actividades ofrecen la oportunidad de que los niños practiquen y desarrollen su competencia, como por ejemplo:

  • Fomentar la independencia mediante el juego autodirigido
  • Promover la curiosidad (¡y los errores!)
  • Enseñar a tener autoestima

Considera la posibilidad de adquirir sets que animen a los niños a probar cosas nuevas. El set Robot inventor de MINDSTORMS®, por ejemplo, está formado por 949 piezas y cuenta con cinco diseños de robots exclusivos para construir, lo que ofrece diferentes formas de jugar y aprender.

2. La confianza

Los niños con confianza creen en sí mismos y en sus capacidades para superar situaciones de la vida real. Cuanto más a menudo puedan demostrar su competencia, más confianza tendrán.

Escribir o dibujar instrucciones puede ser una actividad divertida de cara a fomentar la confianza, ya que permite a los niños expresarse y reflexionar sobre lo que les hace sentirse valientes.

3. La conexión

Los niños con un fuerte sentido de la conexión suelen sentirse más resilientes. Es muy probable que los niños desarrollen un sentido de pertenencia si mantienen relaciones estrechas, ya sea con la familia, con sus amigos o con cualquier grupo de su entorno.

Para que un niño se sienta más conectado, la comunicación es imprescindible. Las actividades en grupo pueden animar a los niños a compartir sus propias experiencias y opiniones, así como a sentirse escuchados y apoyados.

4. El carácter

Los niños con un carácter fuerte tienden a admitir su autoestima y confianza. Esto se traduce literalmente en resiliencia, ya que son capaces de reconocer no solo qué opciones deben tomarse en diferentes situaciones, sino también que pueden tomar decisiones que se ajustan a lo que ellos creen que es correcto.

Las actividades de refuerzo del carácter pueden fomentar los sentimientos de autoestima y empatía, e incluso pueden ayudar al peque a identificar sus valores. Estas actividades pueden incluir la exploración de nuevas pasiones y experiencias o la introducción de actividades en las rutinas diarias.

5. La contribución

Si un niño siente que contribuye al mundo que le rodea, es capaz de aprender el poder de la generosidad y sentirse necesitado. Además, también experimentará el efecto que tienen sus acciones, lo que mejorará su competencia, su sentido de la conexión y su carácter.

Para apoyar este aprendizaje, muéstrale cómo ser generoso con su tiempo y su atención. También puedes buscar y crear oportunidades para que pueda contribuir, quizás ayudándote con algo específico de manera regular. Esta actividad de resiliencia puede enseñarle a apreciar a los demás y a contribuir más.

6. La superación

La capacidad de superación es esencial para fomentar la resiliencia en los niños. Al igual que la reducción del estrés y las habilidades sociales, la superación les permite estar preparados para superar cualquier reto que se les presente en la vida.

Para ayudar a un peque a desarrollar su capacidad de superación, muéstrale las estrategias de afrontamiento positivas para que pueda verlas en acción. Además, también puedes crear un entorno abierto que fomente la conversación y el intercambio de opiniones en un espacio seguro.

7. El control

A medida que los niños descubren que tienen control sobre sus reacciones y elecciones, es probable que sepan cómo tomar mejor las decisiones difíciles. Es esta sensación de control la que puede ayudarles a recuperarse de situaciones difíciles.

Puedes ayudar a un niño a sentir que tiene el control permitiéndole tomar pequeñas decisiones por sí mismo. Y puede ser algo tan sencillo como elegir un juego para jugar o una comida para disfrutar.

También puedes enseñar a los niños a entender cómo las acciones y las elecciones generan consecuencias, lo que puede ayudarles a ver cómo su comportamiento influye en su futuro (y en el de los demás).

Actividades de resiliencia para peques: ¿cómo fomentar la resiliencia en los niños?

No existe un «momento adecuado» para fomentar la resiliencia en los niños, la cual puede ser valiosa en cualquier momento de su vida.

En el caso de los bebés, las actividades de resiliencia pueden ayudarles a lidiar con el estrés de descubrir cosas nuevas mientras desarrollan sus habilidades motoras y cognitivas.

Para los niños de tres o cuatro años, estas actividades pueden ayudarles a aprender a regular sus emociones y a comunicarse con los demás de forma más eficaz al entrar en preescolar o primaria.

Por su parte, a los niños de nueve a doce años puede ayudarles a desarrollar su independencia, ganar confianza y descubrir quiénes son y quiénes quieren ser a medida que van creciendo.

Descubre algunas actividades adecuadas para los niños de todos estos grupos que les ayudarán a desarrollar la resiliencia.

Desarrolla la función ejecutiva de los niños para gestionar mejor el comportamiento y las emociones

Los niños que tienen desarrollado su funcionamiento ejecutivo y su córtex prefrontal son más capaces de gestionar su comportamiento y sus emociones, así como de adquirir estrategias de afrontamiento.

Estos son algunos ejemplos de actividades que les ayudarán a conseguirlo:

  • Establecer rutinas 
  • Adquirir un comportamiento social saludable y positivo 
  • Crear y mantener alrededor de ellos relaciones de apoyo y confianza 
  • Ofrecer oportunidades para establecer conexiones sociales 
  • Jugar de forma creativa tanto en casa como en la escuela
  • Jugar a juegos de mesa o realizar actividades de programación que enseñen a controlar los impulsos, planificar y trabajar la memoria y flexibilidad mental

Fomenta la asunción de riesgos y las oportunidades de pensar y actuar con independencia

Asumir riesgos saludables puede animar a los niños a salir de su zona de confort, darse un impulso y descubrir cosas nuevas. Los niños que muestran con regularidad esta valentía se vuelven más seguros y resilientes. Por el contrario, los niños que evitan el riesgo suelen creer que no son capaces de afrontar los retos.

Ayuda a los niños a descubrir su pasión facilitándoles el acceso a una amplia gama de actividades

Introducir a los niños en una amplia gama de actividades de resiliencia puede abrirles todo un mundo de posibilidades. Conocerán mejor lo que les gusta y se formarán opiniones positivas para el desarrollo de su carácter mientras juegan.

Ayuda a tus hijos a desarrollar la resiliencia mientras exploran nuevos intereses y temas, como CTIM, LEGO® Technic™, Architecture, Art y juegos de superhéroes.

Estas actividades de resiliencia para niños pueden ayudarles a tomar decisiones importantes en el futuro (¡y a divertirse!).

Educa en la inevitabilidad del cambio

Los cambios pueden asustar a los niños de cualquier edad. Sin embargo, aquellos que son conscientes de que los cambios no se pueden evitar son capaces de aprender a anticiparse a ellos e incluso a aceptarlos. Enseñar a los niños que los cambios son la única constante puede incluso animarles a verlos como una oportunidad emocionante.

Enseña a tus hijos a cuidarse

Enseñar a los niños la importancia de cuidarse puede contribuir al desarrollo de su capacidad de resiliencia. Empieza hablando con ellos de cómo pueden reconocer los signos de malestar o estrés, y luego identifica los pequeños cambios y hábitos que pueden realizar para sentirse mejor: llevar una alimentación sana, descansar, divertirse, dormir bien, etc.

Anima a los niños a que se descubran a ellos mismos

Animar a los niños a descubrirse a ellos mismos aumenta su autoconocimiento, una herramienta que resulta útil para fomentar su resiliencia. Como en los momentos más difíciles es cuando suelen aprender más sobre ellos mismos, son oportunidades útiles para descubrir quiénes son y de qué son capaces. Apoyar a un niño mientras desarrolla la curiosidad y la autosuficiencia le pondrá en el camino de convertirse en alguien increíblemente resiliente.

¿Cuáles son los signos de la resiliencia en un niño?

Muchos padres se preguntan si sus hijos son resilientes o no. Si este es tu caso, te mostramos algunos signos y rasgos característicos que suelen tener los niños resilientes:

  • - Muestran un interés genuino por los estudios, por aprender y por ir a la escuela.
  • Resuelven problemas de manera efectiva y calmada. 
  • Son asertivos y capaces de mostrar iniciativa. 
  • Muestran signos de empatía hacia los demás, así como hacia los animales. 
  • Son responsables y se puede confiar en ellos. 
  • Responden de manera racional a las situaciones de estrés y se recuperan rápidamente. 
  • Establecen y alcanzan objetivos profesionales y de vida realistas. 
  • Mantienen un sentido del propósito y una visión positiva de la vida. 
  • Pueden actuar de forma independiente sin mucho apoyo o necesidad de que otros se involucren.
    Se cuestionan todo y piden ayuda cuando la necesitan.

    Ahora bien, no te preocupes si tus hijos no tienen todos estos rasgos o tienen solo algunos de ellos, porque nunca es demasiado tarde para empezar a desarrollar la resiliencia en los niños, y estar bien informado es el primer paso para alcanzar el éxito.

     ¡Participa en algunas de las divertidas actividades que hemos mencionado anteriormente y empieza hoy mismo a fomentar la resiliencia en tus hijos!
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