A diferencia de los juegos competitivos, el juego colaborativo anima a los peques a cooperar entre sí para conseguir un objetivo común. Esto suele implicar establecer turnos, seguir unas reglas, compartir, negociar y comprometerse, todas ellas habilidades muy valiosas que son importantes en su aprendizaje.
Aunque hay muchas maneras de que los niños jueguen juntos, la clave del juego cooperativo es el trabajo en equipo.
¿Qué beneficios aporta el juego cooperativo?
Son muchos los beneficios que los peques pueden obtener del juego colaborativo con otros niños y con adultos, ya que a través de él conocen las necesidades de otras personas y desarrollan habilidades clave de comunicación, así como el sentido de la empatía. Veamos con más detalle cuáles son algunos de estos beneficios principales.
Los niños que colaboran son mejores comunicadores
Colaborar es básicamente trabajar con otros, y los niños aprenden con rapidez que trabajar de manera conjunta para lograr un objetivo suele depender en gran medida de la capacidad de comunicación.
Esto significa que la colaboración ayuda a los peques a expresarse con claridad ante los demás y a transmitir un significado, al tiempo que dan sentido a la información que reciben de su entorno y de los demás niños con los que juegan.
A medida que sus habilidades comunicativas crecen, empiezan a comprender la importancia de escuchar y respetar a los demás y sus puntos de vista.
Los niños que colaboran son capaces de resolver mejor los conflictos
Desde el día en que nacen, los padres colman a sus hijos de amor, cariño y cuidados. De hecho, son prácticamente el centro de atención tanto en casa como en la familia, por lo que es comprensible que los niños desarrollen la creencia de que todo gira en torno a ellos.
Los adultos lo sabemos mejor, pero los niños pueden tardar en aprender que todas las personas son iguales y tan importantes como ellos.
Mediante el juego colaborativo, los peques aprenden a compartir y a establecer turnos. A medida que se van acostumbrando al funcionamiento de estos conceptos, empiezan a reconocer el esfuerzo que hacen sus amigos para conseguir el mismo objetivo y los respetarán por ello, lo que con el tiempo se convertirá en confianza.
La formación de estas relaciones y el desarrollo de habilidades de colaboración les ayudarán a aprender a resolver conflictos, ya que consiguen apreciar el valor de la cooperación y entiende por qué debe priorizarse.
Los niños que colaboran aprenden a solucionar los problemas
Del mismo modo que el juego cooperativo puede ayudar a los niños a aprender a resolver conflictos, también puede enseñarles a solucionar mejor los problemas. Mientras colaboran, debatirán sobre la tarea en cuestión y trabajarán conjuntamente para dar con la mejor manera de lograr su objetivo.
Además, a medida que mejoran su capacidad de comunicación y aprenden a respetar otras posturas, desarrollan la habilidad de enfocar un problema desde diferentes puntos de vista.
Los niños que colaboran aprenden a gestionar sus emociones
Trabajar en equipo puede conllevar mucha carga emocional. Ganar o alcanzar un objetivo es emocionante, pero el resultado contrario puede resultar frustrante.
Esta mezcla de emociones puede sobrepasar a los peques, y procesar tantos sentimientos a la vez puede llegar a ser abrumador.
Cuando los niños se exponen a estas emociones en un entorno de colaboración, aprenden a manejarlas y a regular mejor sus sentimientos y su comportamiento.
Los niños que colaboran encuentran su lugar en el mundo
A través de la colaboración, los niños aprenden los fundamentos básicos de las estructuras sociales y cómo esto les afecta. Cuando juegan de forma conjunta, desarrollan una comprensión y un cariño hacia los demás, ya que hacen amigos en los que confían y a los que respetan.
Esto puede ayudarles a desarrollar un sentido de altruismo, pues aprenden a entender y reconocer que cada uno tiene sus propios deseos, sentimientos y necesidades. Cuando esto ocurra, empezarán a aprender a ayudar a los demás y se darán cuenta del placer que produce hacer cosas buenas.
Ejemplos y actividades de juego cooperativo para peques de 1,5 a 3 años