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Fomento de la colaboración en la infancia mediante el juego cooperativo

Fomento de la colaboración en la infancia mediante el juego cooperativo

Ver a los niños trabajar y jugar juntos es algo maravilloso. Su capacidad de cooperación con los demás puede influir en gran medida en el tipo de persona que llegarán a ser.

Los peques suelen estar preparados para empezar a jugar de forma colaborativa en torno a los dos años de edad, aunque no deja de ser un proceso para el que tendrán que aprender y desarrollar habilidades. Lleva tiempo acostumbrarse a compartir, establecer turnos, negociar, obedecer las reglas y trabajar en equipo.

Se trata de una etapa especialmente importante en el desarrollo del bebé, ya que es en ella cuando empieza a reconocer las necesidades de los demás. Este proceso continúa evolucionando a medida que el peque crece y va pasando por cada etapa de su desarrollo.

¿Qué es la colaboración y por qué es tan importante?

La colaboración es el acto de trabajar conjuntamente para alcanzar un objetivo común. Se trata de una habilidad importante que los peques deben aprender para tener éxito en la vida, tanto en el ámbito social como en el académico.

Como ocurre con la mayoría de las cosas en esta etapa de su vida, los niños aprenden más a través del juego, y la colaboración no es una excepción. Fomentar en tu peque el juego cooperativo es la mejor manera de hacer que desarrolle habilidades importantes en sus primeros años de vida.

¿Qué es el juego cooperativo, también conocido como juego colaborativo?

A diferencia de los juegos competitivos, el juego colaborativo anima a los peques a cooperar entre sí para conseguir un objetivo común. Esto suele implicar establecer turnos, seguir unas reglas, compartir, negociar y comprometerse, todas ellas habilidades muy valiosas que son importantes en su aprendizaje.

Aunque hay muchas maneras de que los niños jueguen juntos, la clave del juego cooperativo es el trabajo en equipo.

¿Qué beneficios aporta el juego cooperativo?

Son muchos los beneficios que los peques pueden obtener del juego colaborativo con otros niños y con adultos, ya que a través de él conocen las necesidades de otras personas y desarrollan habilidades clave de comunicación, así como el sentido de la empatía. Veamos con más detalle cuáles son algunos de estos beneficios principales.

Los niños que colaboran son mejores comunicadores

Colaborar es básicamente trabajar con otros, y los niños aprenden con rapidez que trabajar de manera conjunta para lograr un objetivo suele depender en gran medida de la capacidad de comunicación.

Esto significa que la colaboración ayuda a los peques a expresarse con claridad ante los demás y a transmitir un significado, al tiempo que dan sentido a la información que reciben de su entorno y de los demás niños con los que juegan.

A medida que sus habilidades comunicativas crecen, empiezan a comprender la importancia de escuchar y respetar a los demás y sus puntos de vista.

Los niños que colaboran son capaces de resolver mejor los conflictos

Desde el día en que nacen, los padres colman a sus hijos de amor, cariño y cuidados. De hecho, son prácticamente el centro de atención tanto en casa como en la familia, por lo que es comprensible que los niños desarrollen la creencia de que todo gira en torno a ellos.

Los adultos lo sabemos mejor, pero los niños pueden tardar en aprender que todas las personas son iguales y tan importantes como ellos.

Mediante el juego colaborativo, los peques aprenden a compartir y a establecer turnos. A medida que se van acostumbrando al funcionamiento de estos conceptos, empiezan a reconocer el esfuerzo que hacen sus amigos para conseguir el mismo objetivo y los respetarán por ello, lo que con el tiempo se convertirá en confianza.

La formación de estas relaciones y el desarrollo de habilidades de colaboración les ayudarán a aprender a resolver conflictos, ya que consiguen apreciar el valor de la cooperación y entiende por qué debe priorizarse.

Los niños que colaboran aprenden a solucionar los problemas

Del mismo modo que el juego cooperativo puede ayudar a los niños a aprender a resolver conflictos, también puede enseñarles a solucionar mejor los problemas. Mientras colaboran, debatirán sobre la tarea en cuestión y trabajarán conjuntamente para dar con la mejor manera de lograr su objetivo.



Además, a medida que mejoran su capacidad de comunicación y aprenden a respetar otras posturas, desarrollan la habilidad de enfocar un problema desde diferentes puntos de vista.

Los niños que colaboran aprenden a gestionar sus emociones

Trabajar en equipo puede conllevar mucha carga emocional. Ganar o alcanzar un objetivo es emocionante, pero el resultado contrario puede resultar frustrante.

Esta mezcla de emociones puede sobrepasar a los peques, y procesar tantos sentimientos a la vez puede llegar a ser abrumador.


Cuando los niños se exponen a estas emociones en un entorno de colaboración, aprenden a manejarlas y a regular mejor sus sentimientos y su comportamiento.

Los niños que colaboran encuentran su lugar en el mundo

A través de la colaboración, los niños aprenden los fundamentos básicos de las estructuras sociales y cómo esto les afecta. Cuando juegan de forma conjunta, desarrollan una comprensión y un cariño hacia los demás, ya que hacen amigos en los que confían y a los que respetan.

Esto puede ayudarles a desarrollar un sentido de altruismo, pues aprenden a entender y reconocer que cada uno tiene sus propios deseos, sentimientos y necesidades. Cuando esto ocurra, empezarán a aprender a ayudar a los demás y se darán cuenta del placer que produce hacer cosas buenas.

Ejemplos y actividades de juego cooperativo para peques de 1,5 a 3 años

Los niños pueden aprender a jugar conjuntamente y en colaboración desde una edad temprana. Cuanto antes aprendan a cooperar, mayores serán los beneficios, ya que es en esa edad cuando sus mentes se desarrollan de forma más intensa.

Las actividades que tú, tu peque y sus compañeros de juego realicéis juntos pueden ser sencillas, pero la clave es trabajar de manera conjunta (con ellos llevando siempre las riendas) para alcanzar una meta común.

Resolver puzles juntos

Resolver un puzle puede ser una fantástica manera de hacer que los peques trabajen de manera conjunta para conseguir un objetivo común.

Ya sea encajando las piezas de un rompecabezas adecuado para su edad, ordenando números y letras de un juguete o montando un puzle, aprenderán a cooperar mientras resuelven problemas.

«Sigue al líder»

Un juego muy sencillo y divertido para disfrutar con los peques es el de «Sigue al líder», que se puede desarrollar por toda la casa, una habitación o el jardín. El líder debe realizar acciones, como saltar, brincar o agitar los brazos, mientras que el resto de jugadores que le siguen le imitan.

Este sencillo juego ayuda a los niños a aprender que hay un momento para seguir y otro para liderar, así como a valorar la paciencia y a establecer turnos.

Construir un laberinto

Con las herramientas adecuadas, como los sets y juguetes de construcción de LEGO® DUPLO®los peques de a partir de 18 meses pueden trabajar conjuntamente para construir y resolver un laberinto.

Con los ladrillos de DUPLO pueden construir las paredes del laberinto, el cual deberán tratar de recorrer con una bola levantando e inclinando conjuntamente una base.

Esta actividad se basa realmente en el trabajo en equipo para mover la bola en la dirección correcta. Si los peques necesitan ayuda, basta con hacer una pregunta «de averiguación» del tipo «¿Qué pasa si lo inclinamos hacia la izquierda?» para que respondan de forma proactiva y resuelvan el problema por ellos mismos. Al animarles a tomar el control y a probar un enfoque diferente, adquieren confianza y aprenden que un problema se puede resolver de distintas maneras.

Crear una historia

Reunir a los peques para crear una historia es una forma estupenda de despertar su imaginación y hacer que trabajen juntos de un modo divertido y entretenido. Esta actividad se puede realizar con papel y lápices de colores o con sets.

En primer lugar, pide a uno de los peques que dibuje o construya algo con los materiales que tenga a mano. Puede ser una persona, una casa, una flor o un animal. Después, cuando ya lo tenga acabado, pide al segundo de los peques que haga algo similar.


A lo que han construido le añadirán detalles para crear, colaborando entre ellos, una historia en torno a su creación.

Jugar con marionetas

Las marionetas son una forma estupenda de introducir a los más pequeños en los juegos de interpretación de personajes. A modo de marionetas se puede utilizar un sinfín de cosas, como calcetines, sombras, trozos de papel doblados con caras dibujadas o incluso personajes de LEGO® DUPLO®. Como los coloridos ladrillos y piezas están diseñados exclusivamente para ellos, los peques pueden crear fácilmente las historias que deseen e interpretarlas con los numerosos y divertidos personajes.

Jugar con marionetas permite a los niños trabajar conjuntamente para darles vida, ya sea contando una historia o haciéndolas bailar al ritmo de la música.

Ejemplos y actividades de juego colaborativo para peques de entre cuatro y cinco años

A medida que los peques de más de cuatro años</a> pasan más tiempo lejos de sus padres y en contacto con el resto del mundo, es cada vez más importante que desarrollen habilidades de colaboración para hacer amigos y prosperar en situaciones sociales.

Seguir fomentando el juego colaborativo en casa cuando comienzan a ir a la escuela les permite estar preparados para cualquier cosa que les pueda ocurrir.

Construir conjuntamente

Construir algo de manera conjunta, ya sea una fortaleza de almohadas y cajas de cartón o una torre de ladrillos de LEGO® Classic, requiere negociación, trabajo en equipo y compromiso. Una forma muy sencilla de animar a los peques de más de cuatro años a que trabajen conjuntamente es retarles a construir la torre más alta o la serpiente más larga.

Los niños también pueden trabajar de manera conjunta para construir sets LEGO® de gran tamaño siguiendo las instrucciones. No obstante, conviene saber que seguir las reglas y saber compartir y respetar los turnos puede ser un tipo de cooperación más avanzado que el juego libre y abierto.

Fomentar el juego interpretativo

La representación de situaciones concretas requiere muchas habilidades de colaboración por parte de los peques. Ya sea imitando situaciones de la vida cotidiana, como ir a hacer la compra o fingir que hacen la comida juntos en su cocina imaginaria, los niños aprenden a compartir las responsabilidades de las tareas y a turnarse en los diferentes papeles.

Muchos sets LEGO® pueden fomentarles aún más su imaginación y hacer que se diviertan mucho más mientras juegan a representar cualquier situación.

Mediante la interpretación de personajes que no han conocido en la vida real, los peques pueden desarrollar su sentido de la empatía, lo que les ayuda a relacionarse con los demás.

Ejemplos y actividades de juego colaborativo para peques de entre seis y ocho años

Juegos

Los juegos no siempre tienen que implicar ganar y perder, sino que también pueden ser cooperativos. Por ejemplo, buscar conjuntamente un tesoro ayuda a los peques a cooperar para alcanzar un objetivo común.

Aunque los juegos competitivos pueden ser importantes para desarrollar ciertas habilidades, los juegos cooperativos ayudan a los niños a aprender que la cooperación y el respeto mutuo son habilidades muy importantes y tienen un enorme valor en la sociedad en general.

Crear arte de manera conjunta

Dar a los peques la oportunidad de trabajar conjuntamente para crear sus propias obras maestras es una estupenda manera de fomentar el juego cooperativo. Deja que dibujen y pinten un enorme mural o recoge ramas del parque para llevarlas a casa y decorarlas.

Crear música de forma colaborativa

Reunir a los peques para crear su propia sinfonía es otra estupenda forma de hacer que trabajen juntos mientras experimentan con los instrumentos y emiten diferentes sonidos.

No obstante, experimentar con los instrumentos para crear sonidos es una cosa, pero hacerlo de forma conjunta para crear música de verdad implica normalmente seguir unas reglas.

Mientras practican y aprenden a tocar conjuntamente una nueva melodía, celebran el éxito de hacerlo todos juntos y aprecian el esfuerzo de cada uno.

¿Cómo pueden los niños de más de nueve años seguir mejorando sus habilidades de colaboración?

Aunque los peques desarrollan la mayor parte de sus habilidades de colaboración en sus primeros años de vida, pueden seguir mejorándolas participando en actividades en las que tengan que compartir y trabajar en equipo.

Participar en actividades y competiciones de equipo

Existen muchos tipos de clubes y grupos a los que los peques pueden unirse, desde grupos de temática CTIM hasta grupos de aficionados a la programación y la informática, sin olvidar los clubes deportivos. En todos ellos, aprenderán a ser mejores jugadores en equipo y a comunicarse con los demás. También hay algunas escuelas que cuentan con un club LEGO®, donde los peques se reúnen y construyen.

Compartir responsabilidades en casa

Es importante que los niños más mayores compartan responsabilidades y ayuden en las tareas de casa, ya sea lavando la ropa o fregando los platos. De esta forma, adquieren responsabilidad y aprenden a trabajar con el resto de la familia para mantener la casa en orden.

Sea cual sea la etapa de la vida en la que se encuentre tu peque, nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para empezar a fomentar la colaboración mediante el juego cooperativo.

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