Kitt: En sus inicios, The Beatles era deliberadamente una agrupación bastante prefabricada. La misma ropa, el mismo corte de pelo, etcétera. Pero las fotos del álbum blanco logran algo inédito hasta entonces: reflejar la personalidad de cada uno de ellos. Puedes ver a cuatro individuos reales como adultos plenamente formados. Son retratos muy buenos, verdaderamente honestos.
Chris: Y es esa honestidad, además de las tonalidades de la obra, lo que provoca que colocar un pixel en el lugar equivocado haga que el retrato tenga una mirada triste o una barba distinta y se pierda totalmente su identidad. Eso es un verdadero desastre si consideras todo el tiempo que te toma mover un pixel a la derecha o a la izquierda…
Kitt: O contemplar los lentes de John…
Chris: ¡Nunca en mi vida había mirado la cara de otro hombre por tanto tiempo!