¿Por qué a los preescolares les encanta la hora del baño?

A los niños en edad preescolar les encanta tomar un baño… casi siempre.

A pesar de los ocasionales berrinches, se trata de un momento que los peques suelen disfrutar.

Y cuando no se hace presente el mal humor, la hora del baño es algo que tanto padres como tutores esperan con ansias al final de un largo día.

Poder pasar tiempo de calidad con nuestros niños sin distracciones es una de las mejores sensaciones que puede haber. Y cuando el 100 % de nuestra atención está centrada en el peque, todo ese amor no pasa desapercibido.

Si bien nuestra preocupación principal a la hora del baño es su seguridad, no suele ser una experiencia inquietante para ellos. De hecho, ¡es todo lo contrario!

A continuación, te presentamos algunos de los beneficios de la hora del baño que la hacen un momento especial para estrechar el vínculo familiar.

El momento perfecto para jugar

Risas y salpicadas marcan la oportunidad perfecta para iniciar a los niños en el juego constructivo, que es donde entramos nosotros. Como saben los padres y tutores, los juguetes para el baño son una forma fantástica de mantener ocupados a los peques mientras nos dedicamos a dejarlos impecables.

Al igual que durante las sesiones de juego, cuando los peques mantienen un estado relajado y receptivo, les resulta más fácil establecer conexiones con los personajes y aprender habilidades nuevas. Ya sea en compañía del panda rojo, el amigable león, el alegre flamingo o cualquiera de los animales de juguete de nuestros sets para la hora del baño, tu peque fortalecerá sus habilidades sociales y emocionales a través del juego y la narración de historias.

¡Y también es una oportunidad para que los niños aprendan los conceptos básicos de la física! Hacemos que nuestros juguetes puedan flotar para que estimulen las habilidades cognitivas de tu peque al permitirle experimentar las características de la construcción combinada con el agua.

En resumen, estos juguetes están diseñados para mantener a los peques interesados en su próxima hora del baño y para que vean ese momento como una oportunidad para aprender, para seguir relatando historias y, lo más importante, para pasar tiempo de calidad contigo.

Un toque reconfortante

Al igual que los abrazos, el proceso de lavar, frotar y secar su cabello, así como todos los aspectos enriquecedores de la hora del baño, puede ser beneficioso para los peques, tanto emocional como socialmente. El contacto tiene incontables efectos fisiológicos en ellos y, por lo general, los ayuda a sentirse más relajados, receptivos y, en resumen, felices. Es una fantástica manera de relajarse para los niños (siempre que no les entre jabón en los ojos).

En cuanto a nosotros, creemos que es fantástico estrechar nuestros vínculos con los niños cuando nuestra presencia los hace sentirse tan protegidos. En gran medida, esa es la razón por la que la hora del baño es un momento tan crucial para fortalecer los lazos que nos unen a los peques.