¿En qué consiste dormir bien para los niños?
La cuestión de cuánto necesitan dormir los niños varía en función de su edad.
La American Academy of Sleep Medicine establece los siguientes lineamientos sobre el sueño infantil:
- Bebés (4-12 meses): 12-16 horas, incluidas las siestas (si tienes esa suerte…)
- Niños pequeños (1-2 años): 11-14 horas, incluidas las siestas
- Preescolares (3-5 años): 10-13 horas, incluidas las siestas
- Adolescentes (13-18 años): 8-10 horas
Cómo conciliar el sueño
Un cambio notable a medida que los niños crecen es que toman menos siestas. Para la edad de 5 años, estas suelen haber desaparecido. (Es común que las siestas vuelvan en la adolescencia, pero por motivos diferentes…).
Para los cuidadores, la reducción en la cantidad de siestas representa una oportunidad de sacar un mayor provecho de las rutinas de sueño de los peques.
“A nuestros cerebros les encantan los patrones y las rutinas”, nos dice la Dra. Shelby Harris. “Es fundamental establecer y cumplir una rutina con momentos precisos para dormir y despertar”.
Mantener un horario fijo tiene un efecto similar al de un programa de entrenamiento del sueño para los niños. Si tienes dificultades para hacer que los niños se duerman rápidamente, te resultará útil saber que la falta de una rutina es una de las causas más comunes de ese trastorno.
Cómo dormir ininterrumpidamente
En los niños, los trastornos del sueño suelen atribuirse a las pesadillas, que se dice que afectan a cerca de un tercio de la población infantil. ¿Pero por qué tienen pesadillas los niños?
“Vemos con gran frecuencia que los eventos estresantes o complicados que tienen lugar en la vida de nuestros peques pueden repercutir en sus ciclos de sueño y en las cosas que sueñan”, explica la Dra. Harris, “y eso, a su vez, tiene un impacto en su imaginación y en su capacidad para dar rienda suelta a su potencial creativo”.
Como veremos más adelante en nuestros consejos sobre el sueño de los niños, dedicar un tiempo adecuado a relajarse antes de ir a la cama ayuda a los niños a no procesar emociones difíciles o complejas justo cuando deberían empezar a conciliar el sueño (o a “entrar en el mundo de los sueños”, por decirlo con la terminología de la franquicia LEGO DREAMZzz).
Y si bien las pesadillas de los niños suelen ser un factor perturbador del sueño, la solución para dormir mejor no consiste en evitar soñar. Más bien al contrario…
Sueños positivos
Según la Dra. Harris, “los sueños son una maravillosa forma en la que nuestro cerebro puede procesar las emociones, ser creativo e incluso encontrar soluciones a cosas en las que hemos estado pensando durante el día”. “Los sueños inspiran a los niños a ver distintas posibilidades en el mundo y a creer en sus propias capacidades creativas”.
En cuanto a los propios niños, dos tercios de los 23.000 niños que entrevistamos recientemente dijeron que creían que soñar es una forma importante de canalizar su creatividad.
En ese mismo proyecto de investigación global encargado por The LEGO Group, otros dos tercios de los niños dijeron que sentían que los sueños eran también una importante manera de ayudar a procesar y encarar las emociones negativas presentes en su vida cotidiana a causa del estrés del hogar, la escuela, las redes sociales y otros factores.
Es precisamente este hecho lo que nos motivó a celebrar el poder de los sueños con nuestra franquicia más reciente. Desde luego, no son algo que deba evitarse.
Y, como verás ahora, pueden desempeñar un papel muy importante para que tu peque duerma bien…